¡Hola gente!
Hace más semanas de las que
quiero recordar, C.A. Morrow (bloguera en sus Crónicas de Cintia y escritora de Crónicas Mejicanas, Sancochados en Perú y esta Antología de cuentos, entre otras) me dijo sí a mi pedido de poder reseñarle la
antología y yo ¿qué hice en vez de reseñarle la antología? Escribir mis
fundamentos para las reseñas.
No tengo cara ni perdón, por lo
que, como sus cuentos y ella no merecían más de mi tardanza, ¡Aquí estamos!
-o-
Antología: Cuentos insólitos, crueles y fantásticos.
Autor: C.A. Morrow.
Género: general, fantasía, ¿bizarro?
Extensión: 87 pag -o- 27 cuentos.
Editorial: Autopublicado.
Derechos protegidos por: safecreative.org/work
Cintia nos presenta estos veintisiete
cuentos en un documento elegante, en el que se refleja su esfuerzo y hasta
cariño con el que hizo el trabajo editorial. Se siente que no solo ha amado los libros por lo que cuentan, sino que
los ha valorado por sí mismos lo suficiente para aprender cómo hacer un buen
libro y no solo cómo escribir una historia. Que también sabe cómo hacerlo, claro,
escribe con las palabras justas, el tono justo. Se entiende, algunas veces se
siente y es preciso en lo que dice. Bosqueja
insights, y nos deja a nosotros la libertad de pensarlos.
Este cuidado se refleja hasta en la portada. Aunque a simple vista parece
ser solo un lugar, en él se presiente… algo. No sé precisar qué, pero destila
alguna historia, ¿cuál? Quien la mire, imagine.
Fue solo al leer sus cuentos y
pensar sobre ellos, cuando me di cuenta del aire de historia que tiene esa
portada, y de que era perfecta para la antología.
En la mayoría de sus cuentos, Cintia usa a la realidad cotidiana, de una
manera tal que sentí que lo escribe así, en ese cuento a veces bizarro, para hacer
de los relatos símiles y metáforas
(Edgardo, Las hormigas) de ella, a
veces en descripciones de esas historias (El
comienzo arbitrario, Magdalena en tres actos, Escuchar después…) Aunque
otras veces, más que una metáfora, símil o descripción, parece más bien ser una reflexión de situaciones (Que supimos concebir, La ola, El viaje) como hay cuentos que solo son
(Señora Patsy, Invitados) y ese es
parte de su valor.
Lo que es común en la mayoría de
ellos es “Los lentes”. Algo en la manera
cómo Cintia piensa sobre lo que mira en la vida hasta cotidiana modela el
relato, y eso mismo es lo que hace de esta antología una experiencia en que me hizo
mirar de otra manera esas pequeñas grandes cosas… A menos de que me
sorprendiera con temas no tan comunes (La
navidad va al desierto, historial cruel).
Algo que también me gustó en ella,
es que se desenvuelve muy bien en los microcuentos.
Proveer una idea original que te haga pensar en pocas palabras, siempre es
una habilidad de calidad en un o una escritor.
«Cualquiera hubiera dicho que era
una menudencia lo del café, pero la verdad era que en ese desierto, toda la
tropa tenía sus pequeñas rutinas, que les hacían más llevadera la vida y los
apartaban de la locura.»
C.A. Morrow, Los jefes del café.
… Pero no solo eso, también tenemos silla preferencial para ver la manera
en que se van a hacer cargo del tan importante tema del café.
Cualquier parecido con la realidad, estoy segura de que no es coincidencia.
«Mientras todos miraban la película con asombro, Horacio, al que llamaban “el
tonto del pueblo”, quedó fascinado por una imagen: un hombre elegantemente
vestido sostenía con su mano en lo alto, una calavera.»
C.A. Morrow, El nefasto accesorio.
Un hombre de aparente pocas luces
se identifica y siente con el simbolismo del arte por primera vez visto. Esa
fuerte e íntima impresión, no puede ser del todo entendida aún cuando llega a
ser expresada de una última y nefasta manera.
«De pronto necesitaba aún más aire. Estaba ahogándome. Me sorprendía como
había pasado todo: de la nada, de la tranquilidad al ahogo.
¿Me voy a morir? Era una pregunta tan obvia, que nadie esperaba que le respondan.
—No —contestó mi cerebro—, pero esta batalla, la perdiste.»
C.A. Morrow, Diario de un
superviviente.
Uno de esos cuentos que sentí que
le había sucedido a la autora o a alguien cercano a ella… Ser consciente de la
propia mortalidad, aunque sea solo por un
¿inesperado? momento.
¿inesperado? momento.
«Mi madre me lo había advertido desde
niña, me había contado la historia familiar, los episodios de la abuela Amelia
y de algunas tías.(…) “Nada atrapante, por favor”, había insistido mi madre.»
C.A. Morrow, La condición.
Pero si te gusta leer y aprender, cualquier libro puede ser atrapante…
«La primera oración decía “Las
llamadas lagunas mentales se producen con frecuencia.”»
C.A. Morrow, Ninguna parada.
Entre emoción
e información, uno de los microcuentos más originales en formato que he visto,
y de los que me dejó con más ganas de saber sobre el personaje principal.
OoOoO
Por lo que, si quieres leer algo original, diferente,
que te haga conectar con la cotidianidad de una manera en que te haga
pensar “cómo logró ver o sentir eso y
convertirlo en historia”, o
simplemente sorprendente con la naturalidad de lo bizarro en ellos, Cintia
y su Antología (¡GRATUITA!) te están esperando con ansias.